Casa Pompeyana: Es la casa romana típica, ocupada toda ella , por lo general, por una
sola familia y corresponde a la construcción general de la casa pompeyana y a la
mención de las casas señoriales que hallamos en los autores.
• Está orientada hacia en interior. El aire y la luz penetran por las dos áreas
centrales en torno a las cuales se agrupan las otras estancias; esto es, por el atrio,
que por estar abierto en la parte central del techo toma de alli el aire y la luz de
que disfrutan las habitaciones construidas en torno, y por el jardín del peristilo,
todavía más luminoso que el atrio, porque está más abierto y suele ser más
ancho.
• Carece de vista exterior. En efecto, las ventanas exteriores son raras, abiertas
irregularmente y poco espaciosas.
• Es normalmente de un solo piso.
• Los diversos espacios están destinados a un solo uso.
Espacios que la conforman:
Pueden distinguirse varios tipos de atrios:
• Tuscanicum, sin columnas, en que el peso del techo es sostenido únicamente por
vigas.
• Tetrastilum, con una columna en cada uno de los cuatro ángulos del impluvium.
• Corinthium, semejante al anterior, pero con mayor número de columnas y más
amplia abertura de luz.
El peristilo: La parte más interior de la casa romana, consistía en un jardín rodeado de
un pórtico sostenido por columnas, aunque su estructura y dimensiones dependían del
terreno que tuviera el propietario. A su alrededor se abrían las habitaciones más
importantes de la casa, la exedra, una sala espaciosa abierta al pórtico, el comedor o
triclinio, y las otras habitaciones o alae.
La arqueología nos ha permitido contemplar algunos peristilos de Pompeya con el
mismo aspecto que tendrían en el momento de la erupción del Vesubio
Las paredes del peristilo, como las de otras habitaciones, podían estar adornadas con
pinturas y el suelo con mosaicos
En la casa romana no se entraba por una puerta situada inmediatamente junto a la calle.
La puerta estaba situada en la mitad de un corredor que desde el exterior conducía al
atrio y en el cual se distinguían dos partes:
1) el vestibulum, antes de la puerta
2) las fauces, después de ellas.
La puerta, (ianua): Estaba constituída por el umbral, ligeramente elevado y que, como
el arquitrabe, solía ser de mármol.
La puerta propiamente dicha (fores), acostumbraba a estar formada por dos o más hojas
(valvae), que giraban sobre goznes de madera forrados de hierro o bronce, lo que la
hacía muy pesada y además producía ruido al abrirla.
Además de la entrada principal, había una de servicio, el posticum, abierta a una de las
paredes laterales de la casa y que solía dar a un callejón. Por allí entraban los esclavos,
los proveedores, la gente de clase social baja e incluso los dueños cuando querían pasar
desapercibidos.
Aunque al ser de madera no se han corservado las puertas de las casas, en las
excavaciones de Pompeya se han recuperado algunos moldes en yeso.
Muebles: Además de los lechos para dormir, existían otros muebles, como mesas,
asientos con brazos y sin brazos, con respaldo o sin él... Completaba el mobiliario los
armarios y cajas de caudales, las luces o lucernas que pendían de las paredes o bien se
asentaban sobre un trípode. También podía haber estufas o braseros.
No se nos han conservado muchos ejemplares debido a que normalmente eran de
materiales perecederos, pero, como siempre, Pompeya nos ha legado algunos de ellos.
Tabernae: Son habitaciones que se abren a la calle constituyendo tiendas que el amo de
la casa arrienda o en las que vende los productos de sus tierras. Por lo general, a la
entrada hay un mostrador de albañilería que sirve para exponer la mercancía. En la parte
más interior está la trastienda. En estas tiendas podían venderse desde pan a paños, vino, herramientas... Algunos relieves nos muestran cómo debían ser éstas en las diversas
ciudades del Imperio
También se ha conservado algún taller en donde se fabricaban telas o se molía el grano.
Pinturas y mosaicos: El interior de las habitaciones de la casa era más o menos
cuidado, según su destinación. En los mejores aposentos, hábiles artesanos habían
adornado las paredes al fresco con diferentes motivos. Por desgracia, la pintura romana
ha sufrido daños irreparables en la mayoría de los casos y solo Pompeya constituye una
excepción.
Por ello se habla de diferentes estilos pompeyanos para clasificar la pintura que ha
llegado hasta nosotros. No se puede ser exhaustivo en este tema y sólo bastarán unos
ejemplos para hacerse idea de la riqueza y variedad y presentaba la pintura romana.
En el suelo de numerosas habitaciones había mosaicos. Según las épocas pueden ser
bicromos (sólo en blanco y negro) o polícromos. También varía el tamaño de las teselas
(piezas de mármol, pasta vítrea u otro material que forma los mosaicos).
Se nos han conservado numerosos mosaicos en todo el ámbito del imperio romano, con
temática y calidad diferente
http://www.youtube.com/watch?v=Odo5y0e7kBo